octubre | 2016 | J. L. Mera

Bestias que vuelan con alas quietas.
metal en vez de carne.
Indiferencia en vez de intenciones.
Así son los invasores, así son las bestias que vuelan con alas quietas.

Avanzan un mundo tras otro.
Destruyen, devoran, esterilizan y abandonan.
Así es como se alimentan las bestias que vuelan con alas quietas.
Un mundo tras otro… todo es yermo a su paso.

Máquinas que miran con ojos de insecto.
Ojos pequeños, limitadores de entendimiento.
Ojos amplios, demasiado campo para la concreción.
No hay corazones, solo materia.

Avanzan un mundo tras otro.
No ven la vida, ven energía que usar.
No ven seres, ven la materia que los conforma y la quieren.
La materia de los vivos es la materia con la que se fabrican sus sueños.

Así son las bestias que vuelan con alas quietas.
No necesitan matar para vivir, pero quieren hacerlo.
No necesitan los cuerpos milenarios de los seres vivos.
Pero los quieren, los anhelan y los toman.