>LOS ENFERMOS QUE NO SABÍAN QUE ESTABAN ENFERMOS.

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Seguro que es culpa de mi ignorancia, no tengo ni idea de medicina ni de enfermería, pero tengo una pregunta que me está royendo las entrañas.
Hoy escuchando las noticias me he percatado de un dato que me ha dejado mascando saliba.
No era un notición científico especial, sino una de esas tonterías con las que rellenan los informativos cuando no se les ocurren más mentiras con las que desinformarnos, una bobada de esas que han dado miles de veces pero que nunca me había detenido a analizar con la debida atención.

Resulta que hablando para las noticias un tipo con bata de médico, con cara de médico, con pinta de médico y que habla con un médico, vamos un notición con patas, suelta una píldora como esta:
«Hay unas 50.000 personas que no saben que tienen el VIH en España».
Lo primero que haces ante un dato así es ir a la zona tonta de la cabeza y piensas los topicazos de siempre:
Pobre gente, es una maldición, no es justo, ojala encuentren la cura…
Pero un minuto después de empezar con mis sinceramente solidarios y empáticos lamentos, a mi de pronto me asaltan una serie de dudas existenciales.

Y maldita la hora, porque si lo miras tomándote tu tiempo es para echarse a temblar.
La primera y más simple es obvia: ¿Por qué no lo saben los posibles enfermos?, la lógica del mosquito te dice que puede ser porque nunca se hicieron las pruebas, hasta aquí todo dominado, pero estás desatado y sigues pensando.

Y si es así, si nunca se hicieron las pruebas, ¿cómo pueden saber estos señores de bata que salen por la televisión que todas esas personas están infectadas sin hacer un test?.

Y es que uno los ve tan seguros de lo que dicen, lo afirman con tan severo gesto en el rostro y una rotundidad en sus afirmaciones tan absoluto que solo cabe pensar que lo saben porque quizá los infectaron ellos.

En este punto te recriminas a ti mismo el haber llegado a tal reflexión, ha de haber otra explicación y la vas a encontrar.
Pones los pies en el suelo, y sin dejar de vigilar de reojo esta primera opción para que no nos ataque de nuevo, a mi lo que se me ocurre es que también es posible que el tipo de la bata blanca no sea más que un sinvergüenza, un agente comercial loco por vender una buena remesa de equipos de análisis del VIH y embolsarse sus deliciosas comisiones.

Y es que en este siglo, la vía de transmisión de enfermedades más efectiva es la cuenta corriente de la junta de accionistas de las grandes empresas farmacéuticas; ni contacto, ni intercambio de fluidos ni zarandajas; si un virus es rentable y la vacuna es factible, el virus se extiende, a la gripe-A me remito.
El tipo de la bata blanca, por si acaso, tira la piedra y anuncia unas estupendas y fiables pruebas rápidas para las 35.000 personas que no saben que tienen SIDA en España (no dejéis de observar el baile de enfermos ignorantes, ahora son 15000 menos que cuando empezó).

Y si cuela, cuela.
La segunda posibilidad es que el contingente de portadores de VIH ignaros se hiciesen las pruebas, y los de las batas se lo callasen, ¿por qué se pueden callar algo así? pues muy simple: porque es divertido, porque ya han vendido los kit de análisis y ahora hay que vender las vacunas, porque se les olvidó decirlo, etc.

Pero no se cortan ni un poco para hacer aseveraciones como la que hace el Grupo para el Estudio del Sida que aseguran que los portadores que no saben que tienen el VIH son la fuente del 70% de las transmisiones del virus.
Y esto ya es mucho porcentaje e investigación, esto ya es la cuantificación matemática de un hecho y para hacer esto, es necesario contar con un estudio de campo.
No se puede asegurar que sea juego limpio, a mi el asunto me huele a mentira para vender fármacos, y ciertamente deseo con todas mis fuerzas creerlo, porque confiar en las otras opciones me aterroriza.